domingo, 27 de abril de 2008

Bellos años



Tema del día: El fity



Intentando silbar alto salí ansioso del jardín, el beso con gusto a tabáco y a merienda de mamá me recibía una vez mas. Era ese el instante que esperaba siempre. Te ibamos a visitar.

Inseparable y comestible amigo de variado gusto, sabor y color. Distinto a todos te parabas inusualmente con tus dos pies sobre la góndola con total suficiencia sabiéndote predilécto.
Soñando fondo de dulce de leche, Frankestein me obligaba a cavar con la cuchara y recorrer su interior por completo.
Si esos tres ojos locos se metían en mi paladar y me hacían sentir vainilla-chocolate felíz o chocolate-vainilla triste.
Tan perfecto tu envase como tu nombre. Cortito y claro para que mis pocos abriles no pudiesen fallar tu pronunciación. -Quiero fity. Nada raro, algo preciso y simpático: fity.

Sabiendo silbar alto y bajo preferí no hacerlo y salí de la facultad, mamá me mandó un te quiero por texto, mi amigo encendió un cigarrillo y lo sentí otra vez. Ahí estaba. En ese mix americana- dulce de lecho que causaron el mimo al alma de mamá y el desagradable humo del adicto muchachón.
Mi mente te volvió a visitar sabiendo que sos un separable, ausente e incomestible amigo y cavó con la cuchara un pequeño surco en mi nostálgico corazón que se llenó de nuevo cuando mi mamá con un gesto que enternecería al mismísimo gargamel y sin saber lo que yo había pensado me dijo: - Te acordas del postrecito que tenía patitas, te encantaba.
En fin, el fity no fue para mí sólo una merienda sino la excusa entre mi mamá, su beso con o sin olor a cigarrillo y yo.

2 comentarios:

Tamar dijo...

¡El Fity era lo que nos hacía feliz todas las tardes! Era el clásico postrecito de las tardes de los niños de los '90.

¡Aguante Fity! Por siempre en nuestros corazones.

Muy buen artículo: me hizo recordar a Fity (que, increiblemente y sin saber porqué, había borrado de mi mente). Recuerdo que todas las tardes lo comía en la casa de mi abuela y después guardaba los envases: recuerdo que ponía un envase encima del otro (el primero sobre sus pies, el siguiente cabeza con cabeza, luego pies con pies, y así sucesivamente). ¡Qué lindos recuerdos de la niñez junto a Fity!

Matías Ezequiel Lebrante dijo...

Yo hacía exactamente lo mismo!

Gracias por pasarte y compartir conmigo el mismo fanatismo por los sabrosos monstruitos.

Slds.

Deperfilconocelo.

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