miércoles, 25 de agosto de 2010

PARA SALIR PRIMERO...HAY QUE PONER MAS "SISU"


Destrozando el microchip de lo justo y necesario, la cultura es algo que no debería tocarse de oído. De hecho, la doctrina del "mirá vos" y la cátedra del "que interesante" son parte de nuestras influencias culturales, de nuestros parámetros.


Los choques instructivos crean una percepción desconocida sobre lo nuevo. El desconocimiento confunde y todo culmina en lo que hacemos sin pensar; juzgar a los demás. Los gustos, las creencias y las actitudes de cualquier ser humano varían según su concepción físico-política en el mapa y allí radica la principal discrepancia entre los individuos de diferentes países, aunque claro está, también hay semejanzas.

Allá en la República más oriental de los brazos del Mar Báltico, todo parece ser diferente. Ni el frío ni la sombra deprimen a los finlandeses, que pese a mostrarse rígidos e inflexibles, no sólo son los primeros consumidores de café en el mundo sino que además conforman el sexto país más felíz del globo; y mientras acá nuestros vástagos se enfangan en los potreros más menesterosos montando ilusiones bajo esa rabona eterna con la redonda bajo la suela, los rapazuelos árticos optan por hacer sus primeros pinitos sobre cuatro ruedas en los lagos helados. En sus orígenes, los apellidos escandinavos fueron muestra de los clanes y vinculaban a todas las familias juntas. Se fundaban sobre la jerarquía interna y según el sistema de posesión y uso de las propiedades de la tierra. Los nuevos nombres se convirtieron cuando estos clanes fueron divididos. Uno se convirtió en el del patriarca y otro se basó en el nombre del lugar donde vivió la nueva facción, contando como característica principal las terminaciones nen o inen.




Trasladando esta ancestral premisa al eje motor, todo comienza a tener sentido. Los pilotos de Rally Finlandeses son una secta. Una enraizada etnia hereditaria liderada por la pequeña ola de Rauno Aaltonen, que tiene como única parcialidad ideológica el sisu. Intrínseco a Finlandia y a su gente, la simpática palabra podría traducirse como fuerza de voluntad o "tener tripa" en español. Coraje estoico y perseverancia inquebrantable para encarar retos intrincados como la ocasión del chinaman. Este Zidane analfabeto no es osadía momentánea, sino la capacidad de sostener una acción en contra de todo. Partiendo desde esa base y teniendo en cuenta que en aquellos países la conducción se toma muy en serio -cada persona debe tener tres años de experiencia en conducción por la noche y más de seis clases en pista antes de obtener el permiso- no resulta extraño que ésta tribu mantenga sus tradiciones atávicas y haya transformado a Finlandia en el país con más títulos mundiales dentro de la disciplina.







Derrapando y esparciendo su toque a temperaturas glaciales, los voladores fineses, que de finos solo portan el gentilicio, provocaron una sombría revolución helada, congelando la mayoría de los campeonatos. Un alud de nombres conforman el círculo polar de los campeones: Juha Kankkunen, Tomi Makkinen, Timo Salonen, Henri Toivonen, Ari Vatanen, Jarno Saarinen, Juho Hanninen, Mikko Rantanen, Mikko Hirvonen, Mika Hakkinen, Kimi Raikkonen, Heikki Kovalainen y aunque con otros adimentos excentos al porte de apellido, Keke Rosberg y Harry Rovanpera conforman el glorioso y selecto búnker.

Poco importan acá los orígenes. Sin embargo ni café, las coincidencias emergen y obligan a puentear el abismo de realidades y felicidad que nos separan. El calor musical del Tango, que con toda su mística porteña pisó fuerte en la catedral del norte, y la crisis nevada que sufrieron con la caída de la Unión Soviética en 1990, símil efecto corralito 2001, fueron los disparadores que motivaron la hipótesis final.









Porque acá en Argentina hay escuela federal de ídolos con misiones imposibles y porque "sisu" son esos huevos turulecos que no pone ninguna gallina, sino que por el contrario, son los más valientes los que hacen gala de esta condición innata, que también tiene un monarca made in patria y dos emblemas que se encumbran en lo más "altonen" de la lista: Blas Giunta, Javier Mascherano y Carlos Tevez.





Un prime se vuelve offside y ese indirecto se hace etapa. Cambiando falta por vuelco, la gambeta y la destreza conductiva toman el mismo valor en diferentes puntos latitudinales, uniendo Helsinsky con Buenos Aires. Dos polos opuestos con estándares de vida diferentes que se atraen por la aventura de los exploradores más audaces y el corazón de sus deidades deportivas. Argentina, Finlanda y una unión que excede cualquier queso untable.

1 comentario:

Nicolás Mariano Rizo.- dijo...

Chau. Qué dicha, loco. Cuánta facilidad de palabra, qué labia, cuánta sapiencia, y qué llevadera esta lectura.
Tampoco te voy a inflar, panqueque, pero me gustó.

Nos estamos oliendo.

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